Felipe Seade, nació en Antofagasta Chile en 1912, hijo mayor de familia de inmigrante de libaneses.  En 1923 se trasladan a vivir a Montevideo (Uruguay).
A los 12 años (en 1925), Seade comenzó a trabajar como asistente del muralista Enrique Albertazzi (pintor muralista) y del pintor Guillermo Rodríguez.  Bajo la influencia de Rodríguez, Seade tomó algunos cursos de pintura en la escuela del Círculo de Bellas Artes. Tuvo su primera exposición en 1925. Desde 1931 hasta bien entrada la década de 1950, Seade presentó su trabajo en muchos salones nacionales y municipales.  En 1931 participó en la Exposición de Bellas Artes organizada por la Comisión Nacional del Centenario.  En 1933, integró el Comité Ejecutivo Federal de la Confederación de Trabajadores Intelectuales del Uruguay, organismo que fuera creado a instancias de la llegada al país de David Alfaro Siqueiros.
En 1934, se radicó en la ciudad de Colonia (Uruguay), luego de ganar por concurso el cargo de Profesor de Dibujo.  En 1936, realizó un mural al temple en el salón de Dibujo del Liceo de Colonia, funcionando hoy como Casa de la Cultura, a cargo de la Intendencia titulado:  "Alegoría al trabajo".  Introduce el tema del personaje rural en su pintura y buscó sobre todo representar a los personajes de la vida uruguaya:  Campesinas, Lavanderas, Changadores, Gauchos, Hinchas de fútbol, Hombres, Mujeres, Niños, etc.  No desde una perspectiva turística, que él mismo despreciaba, sino con la pasión de un convencido realista social.

Continuó su trabajo como profesor de dibujo en el Liceo de Colonia y más tarde como profesor de la Escuela de Bellas Artes de Montevideo (Uruguay), donde ejerció la docencia durante 25 años.
En 1937, participó en el 1er Salón Independiente de Artes Plásticas y en 1938, en el Salón de Bellas Artes de "Ayuda a los Niños de la España Republicana".  En 1939, ejecutó un mural en encáustica titulad:  "La marcha del Pueblo a la Piedra Alta", en el Salón de Actos del Liceo de Florida.
Es imposible entender la vida artística de Seade sin una referencia a su vida política. Quería pintar para "el pueblo, no para los muros de la burguesía".  Aspiraba a pintar murales, la forma preferida por su generación para llegar a las masas, pero los únicos murales que logró terminar fueron el de Colonia y "La marcha del Pueblo à la Piedra Alta" (1939) en el Salón de Conferencias del Liceo de Florida. Sin embargo, una parte significativa de la obra de Seade está formada por sus bocetos de murales y bocetos preparatorios para murales.

Seade también era un dibujante experto. Su obra más pública fue una larga serie de ilustraciones para una importante revista local, Mundo Uruguayo.  Sus dibujos más privados eran en su mayoría bocetos para pinturas.
Aunque Seade tuvo una activa participación en los Salones y a través de su docencia fue uno de los artistas más visibles del Uruguay de su tiempo, le disgustaba y evitaba el mundo de las galerías y de los críticos de arte.  Probablemente esta sea una de las razones por las que después de su muerte ha permanecido en una relativa oscuridad.  Importantes críticos e historiadores como Gabriel Peluffo Linari, Fernando García Esteban y Atahualpa del Cioppo han reconocido la importancia cultural de Seade.

A partir del año 1941, profundizó el estudio de algunas técnicas renacentistas, preparando sus propios colores con aceites especiales.  Investigó la incorporación de resinas para obtener transparencias y ensayó la técnica del fresco en pequeño formato.  
Realizó ilustraciones para la revista "Mundo Uruguayo" y para el Semanario "Marcha".

Regresó a Montevideo y en 1946 ganó por concurso el cargo de Profesor de la Escuela de Bellas Artes, cargo de que desempeñó hasta 1961.  Asimismo, ingresó también por concurso al Instituto de Profesores Artigas como Profesor de Dibujo.

Falleció en Montevideo (Uruguay) el 18 de enero de 1969.