Nace en Montevideo el 5 de Junio de 1953 y se cría en el seno de una familia de clase media.

Son sus inquietudes y deseos de libertad típicos de la adolescencia los que lo llevan a establecerse en la ciudad de San Carlos siendo apenas un joven.
Un amor profundo por el mar lo lleva a trabar amistad con algunos pescadores del puerto de Punta del Este, consiguiendo así trabajo limpiando cascos de barcos y chalanas, como también rescatando las plomadas perdidas en el fondo de las escolleras para reciclar el plomo.
Es así como un pescador amigo le ofrece pintar una chalana y de esta manera llegaría su primer acercamiento a lo que luego se convertiría en su oficio y en uno de sus grandes amores junto con el mar, la pintura.

De ahí en más, de manera autodidacta, fue perfeccionando sus técnicas, combinando esta actividad con su oficio como pescador. Se inclinó por vivir una vida bohemia con multitud de amigos que al día de hoy lo recuerdan con gran afecto, como una de esas personas sin maldad en su alma, abocado de lleno a sus pasiones y sin intereses ni ambiciones superfluas.

A pesar de su corta vida (poco más de 50 años) dejó una producción pictórica que si bien es limitada, en cuanto a la cantidad de obras, es lo suficientemente extensa como para dar una imagen de ese lugar que Punta del Este supo ser y del romance que existió entre el artista y sus playas.