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Fodrini, Evans
Nació en Cerro Chato (Tacuarembó, Uruguay) el 29 de enero de 1919.
Fue escultor, pintor y grabador. Es uno de los representantes más conspicuos de la Escuela del Sur y del Universalismo Constructivo y un original creador de maderas y relieves en lenguaje propio. Perteneció a un hogar muy humilde y tuvo escasa instrucción formal antes de conocer a Joaquín Torres García. Cuando conoció a Torres García sólo había visto una exposición en su vida, por azar y sin preparación previa: se trataba de una muestra de José Cúneo en la que estuvo toda una tarde. Gracias a esa experiencia se compró lápices, crayolas, tinta china y papeles, y se abocó a dibujar sin cesar, encerrado en su cuarto, sin mostrar su trabajo a nadie; lo hacía de manera muy naíf, en forma solitaria, luego de largas jornadas de trabajo y estudio, y sin pensar en lo artístico como una profesión: era una manera de reflejar su deslumbramiento ante la exposición y una necesidad expresiva imperiosa. Recién mucho más tarde y gracias a su contacto con Torres García comenzaría a concebirse como artista.
En 1950 viajó a Buenos Aires y completó varios álbumes de apuntes de la ciudad en tinta y acuarela. Julio Alpuy se integró a las clases de Joaquín Torres García (1874–1949) en 1940, antes de la creación del Taller Torres García (TTG). Se sumó a un grupo de jóvenes entusiastas con inquietudes creativas pero sin formación previa y se transformó en uno de los partidarios más devotos, incondicionales y fieles del maestro en aquellas clases realizadas en la calle Abayubá (Montevideo, Uruguay). Tiene una amplia serie creativa dentro del lenguaje del Universalismo Constructivo.
Luego de la muerte de Torres García en 1949, Alpuy continuó en el sendero del Taller, si bien no pasó mucho tiempo antes de que comenzara a transitar un camino personal. En el proceso de búsqueda autónoma tuvo que desprenderse de la excesiva admiración por su maestro, de la dependencia del TTG y del espíritu de clan imperante en el grupo.
Las iniciativas de Alpuy para lograr un lenguaje propio se vieron estimuladas por una serie de viajes realizados en la década del cincuenta que culminaron con su alejamiento definitivo de Uruguay. Entre 1951 y 1953 viajó a Europa y el Cercano Oriente, en 1957 viajó a Chile y luego a Bogotá radicándose en Colombia, país en el que residió desde 1957 hasta 1959; luego se estableció en Venezuela durante un año y finalmente partió hacia Nueva York (1961).
Se encontraba en plena búsqueda de un camino personal; tenía la sensación de vivir en un laboratorio, sobre todo durante su estadía en Bogotá (Colombia). El cambio de cultura, la confrontación con otras costumbres, el encuentro con alumnos y profesores de la Escuela de Bellas Artes, lo predispusieron a una mayor apertura a lenguajes nuevos. La ciudad de Bogotá era, entonces, un ambiente particularmente incitante, ya que contaba con la presencia de la crítica y agitadora cultural argentina Martha Traba, quien residió en Colombia entre 1954 y 1969, transformando el ambiente artístico de manera radical a través de una fructífera carrera docente, museística, periodística y televisiva.
Los primeros cambios notorios en su lenguaje se produjeron en Colombia y estuvieron constituidos por la evasión de la ortogonalidad, el diálogo con una suerte de lenguaje neo cubista, la elevación de la paleta, el uso de colores ajenos a la tradición del Taller (fascinación por intensos amarillos, azules y verdes) y el desarrollo de un planteamiento compositivo generado con puntos de fuga múltiples, y el empleo de diagonales. De esa forma Alpuy se sentía inmerso en un proceso de metamorfosis.
A pesar del clima estimulante que lo rodeaba en Colombia y de su experiencia venezolana, temía enquistarse; pensó que al trasladarse a ciudades cosmopolitas como París o Nueva York obtendría nuevos impulsos. Se decidió finalmente por Nueva York (USA) al obtener una beca de la New Chol of Social, consideró que allí había condiciones particularmente favorables para el desarrollo creativo. Tal vez operó como incentivo el saber que en esa ciudad contaba con la presencia de su colega y amigo Gonzalo Fonseca, otro integrante del TTG, quien residía en Nueva York desde 1957.
Al llegar a Nueva York (USA), Alpuy se deslumbró con la variedad de exposiciones y museos; lo fascinó la posibilidad de libertad y autonomía, y el no tener que depender de un círculo estrecho. Si bien mantuvo amistad con artistas latinoamericanos y con miembros del TTG como Gonzalo Fonseca, que vivía en Nueva York o residían temporalmente allí, como era el caso de Augusto Torres y, en los comienzos de la década del setenta, de José Gurvich.
También lo fascinó la urbe y, como tenía experiencia sólida en paisajismo urbano, comenzó por pintar las escenas neoyorquinas, creando varios cuadros con esa temática. Pero luego se cuestionó esa postura y, según relata, atravesó por un período de angustia; finalmente encontró un nuevo estímulo durante una estada con Fonseca en East Hampton, en un marco natural, y en una residencia que poseía un granero con todo tipo de herramientas y materiales naturales.
Cambiar de material fue fundamental para encontrar el nuevo camino. "Esa fue la salida", dijo. Adoptó la madera como soporte y decidió dedicarse al relieve. La otra decisión importante fue alejarse de lo urbano: "venía mirando para afuera y decidí mirar para adentro" sostiene Alpuy. Entonces comenzó a explorar otra temática.
Tal fue el deslumbramiento, que dejó de pintar grandes telas y abandonó el óleo, dedicándose casi con exclusividad a las maderas incisas durante trece años, aunque no hay que olvidar que como parte de ese proceso, desarrolló las formas en témperas, acuarelas y numerosos dibujos
La década del sesenta fue una etapa particularmente fértil para Alpuy, ya que a través del trabajo en madera llegó a ese sendero singular que estaba buscando con ahínco. Fue una época de oro dentro de su trayectoria y creó, sobre todo entre 1962 y 1969, una notable serie de relieves que se encuentra entre lo más destacado de su producción, hablan de un mundo primigenio, del génesis, de la tierra, de la pareja universal, del cosmos, del amor a la naturaleza.
A partir de 1969 el artista comenzó a abordar sus temas de manera diferente, sobre todo en los relieves: dulcificó las formas, comenzó a utilizar una paleta más suave y aumentó progresivamente la representación figurativa. Más adelante ese planteo se proyectaría en la pintura.
Luego de la etapa de maderas, acuarelas y dibujos de los años sesenta, Alpuy volvió a la pintura, al tiempo que abordó otras técnicas sin abandonar del todo la madera. El cambio se produjo en 1975 y en esa tendencia continúa hasta el día de hoy. Predominan en su pintura las imágenes de la pareja, de la naturaleza y las escenas en el Edén. Se trata de una pintura más explícita y narrativa, menos sugerente, en la cual los temas se evidencian con facilidad. En ella ocupa un lugar importante el jardín del Edén: figuras naturalistas encerradas en formas envolventes y la pareja humana repitiéndose una y otra vez en la misma composición.
La mujer, tema que antes abordaba en forma abstracta, aparece de manera muy explícita, tanto en pintura como en dibujos y acuarelas y, fundamentalmente, en la serie de desnudos femeninos recostados (1975) y en una serie de retratos y desnudos de los años ochenta.
En la década del setenta creó una serie muy interesante de grabados, estimulado por Luis Solari, quien entonces residía por largos períodos en Estados Unidos, y de quien ya era amigo desde los años cincuenta. En ese proceso, fueron importantes la ayuda técnica de Glauco Capozzoli y los contactos con Raúl Pavlotzky, ambos profundos conocedores del lenguaje del grabado. También realizó una excelente serie de témperas en 1972. Los grabados y las témperas se encuentran entre lo más destacado de este período. A partir de 1975 retornó ocasionalmente al relieve y la escultura en madera prosiguiendo hasta hoy su actividad creativa.
Ganó la medalla de plata en la Primera Bienal Americana de Artes Gráficas que se realizó en Cali (Colombia). Ganó la beca de la National Endowment for the Arts (1983), otra de la New York Foundation for the Arts (1987), y en 1990 la de la Adolph Gottlieb Foundation.
En 2005 fue declarado ciudadano ilustre de Montevideo y el Correo de Uruguay editó un sello postal en homenaje a Alpuy, reproduciendo un fragmento de su mural "Oficios" ubicado en el Liceo Dámaso Antonio Larrañaga (Montevideo, Uruguay).
Exposiciones individuales (selección):
1998- Arte BA, Cecilia de Torres, Ltd., New York (USA).
1997- Viajes de Julio Alpuy, Sydney Mishkin Gallery, Baruch College, New York (USA).
1997- Obras sobre Papel, Cecilia de Torres, Ltd., New York (USA).
1994- Cecilia de Torres, Ltd., New York (USA).
1989- Galería Palatina, Buenos Aires (Argentina).
1988- Galería Diálogo, Bruselas (Bélgica).
1988- Walter F. Maibaum Fine Arts, New York (USA).
1985- Museum of Contemporary Hispanic Art, New York (USA).
1983- Museo Rayo, Roldanillo-Valle (Colombia) "Geometría Orgánica".
1982- Galería Vermeer, Buenos Aires (Argentina).
1980- Galería Sarmiento, Buenos Aires (Argentina).
1978- Galería La Trinchera, Caracas (Venezuela).
1972- Center for Inter American Relations, New York (USA), Exposición de Obras en Madera.
1971- Galería Losada, Montevideo (Uruguay).
1969- Zegri Gallery, New York (U.S.A.).
1965- University of Massachusetts. Amherst (U.S.A.).
1964- Walter Thompson Company, New York (U.S.A.)
1960- Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá (Colombia).
1959- Fundación Eugenio Mendoza, Caracas (Venezuela).
1958- Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá (Colombia).
1956- Sociedad Amigos del Arte, Montevideo (Uruguay).
1948- Viangalería, Buenos Aires (Argentina).
Exposiciones colectivas (selección):
1996- Universal Constructivism & The School of the South, Art Museum of the Americas, Wash., D.C. The Still Life, Cecilia de Torres, Ltd., New York (USA).
1996- Le Cerde de Torres-García, Zabriskie Gallery, París (Francia).
1996- El Espiritu de la Pintura Latino-Americana, Asoc. American, Artists Gal., New York (USA).
1996- Latin Víewpoints, Nassau County Museum of Art, Roslyn, New York (USA).
1996- TTG, Praxis Gallery, New York (USA).
1995- 65 Years of Constructívist Wood, Cecilia de Torres, Ltd., New York (USA).
1994- Torres-García y la Escuela del Sur, Quinta Galería, Bogotá (Colombia).
1993-91 The School of the South, El Taller Torres García and its Legacy, Centro de Arte Reina Sofia, Madrid (España)
1993-91 The Archer M. Huntington Art Gallery, Austin, Texas (USA)
1993-91 Museo de Monterrey, México
1993-91 The Bronx Museum, New York (USA)
1993-91 Museo Rufino Tamayo, México.
1991- Cirde and Square, Geometric Abstraction and Constructivism in the Americas, 1934-1950, Kouros Gallery, New York (USA).
1986- Torres-García and his Legacy, Kouros Gallery, New York (USA).
1986- 4 Scheler Von Torres García, E.R Gallery, Düsseldorf (Alemania).
1985- Mira, Museo del Barrio, New York (USA).
1983- Cuatro Artistas Uruguayos, XVII Bienal de Sao Paulo (Brasil), Comisión Nacional de Bellas Artes.
1979- Window to the South, Henry Street Settlement, New York (USA).
1978- Arte Iberoamericano, Museo de Bellas Artes, Caracas (Venezuela).
1977- Recent Latin American Drawings, 1969-76, International Exhibition Foundation, Washington D.C.
1973- New Latin American Painting, Queens County Art Museum, New York (USA).
1973- Tropic of Cancer-Tropic of Capricorn Contemporary Latin America Art, University of Massachusetts, Amherst, Ma (USA).
1972- Modern Latin American Art, Columbia University, New York (USA).
1971- Selected Works from Latin America, Stamford Museum, Stamford, Connecticut (USA).
1970- Universalismo Constructivo, Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires (Argentina).
1961- Taller Torres-García, the New School, New York (USA).
1956- Jonges Schilders uit Uruguay, Stedelijk Museum, Amsterdam (Holanda).
1953- II Biennial, Museum of Modern Art, Sáo Paulo (Brazil).
1961-42 Taller Torres-García todas las muestras colectivas en Uruguay y en el extranjero, incluyendo en 1950, PanAmerican Union Exhibition, Washington D.C.
Su obra se encuentra en colecciones públicas como ser el Museo Nacional de Artes Visuales (Montevideo, Uruguay), Archer M. Huntington Art Gallery (University of Texas at Austin), The Bronx Museum (New York, USA), Museum of Tel Aviv (Israel), Museum of Trenton (New Jersey, USA), The J. M. Kaplan Foundation Collection (USA), The Nelson A. Rockefeller Collection (USA), Banco de la Republica y Biblioteca Àngel Arango (Bogotá, Colombia).
Falleció el 5 abril de 2009, a los 90 años.
"Evans Fodrini: a relentlessly artist who don't permit the escape", "Península" Newspaper (Uruguay, 1993).
EVANS FODRINI, pintor fernandino de larga traayectoria en la que ha alternado el quehacer plástico con la docencia, inicia, a partir de sus muestras, la gran aventura del artista que ha encontrado su personal e intransferible propuesta.
En sus colecciones de óleos y dibujos acuarelados fluye el torrente del enigma , con la fuerza atávica de un petroglifo. Lúcidas, o delirantes, las imágenes evocan una anecdótica metafísica presidida por le rabioso puñal de la temporalidad. Por un golpe hiperlúcido surrealismo el “Sic transit, gloria mundi”, se convierte en “Sic trasit stultitiae mundi”.
En medio de un aura de ribetes proféticos, las figuras femeninas, siempre rodeadas por malévolas o congeladas masculinidades, se animalizan, se sensualizan perversamente, se abren a la denominación o se eternizan en un gesto de angustiada, patética virginidad.
La composición rítmica, espiralada, frontal, sin huecos ni perspectivas que propongan paisajes posteriores, no da tregua ni permite la fuga.
Un tono perfecto, estudiado y efectuado con minuciosidad provee el clima onírico imprescindible de la obra. La paleta que desciende,en suntuosos claroscuros, a los negros profundos, evocando las inquietantes octavas menores de un contrabajo, se permite islas que inspiran a la luz total, donde el artista mismo, se retrata, se redime e intenta (eso es espero) redimirnos.
"Evans Fodrini" by Nelson Guerra.
Evans Fodrini representa de manera paradigmática la búsqueda de un lenguaje que, además de propio, sea el de un pueblo que pese a su centenaria independencia, aún se expresa según moldes importados.
Formado en el Taller Maldonado del Maestro Manolo Lima y por ende heredero de la rica tradición que legara Joaquín Torres García, capta primero, y cristaliza después, una norma inefable de contemplar y transmitir la realidad, ajustando valores a la regla recibida, en una infatigable tarea de aprendizaje imprescindible para alcanzar el plano en el que puede aparecer el creador, sustentado por la seguridad del oficio bien adquirido.
La naturaleza muerta, el bodegón, luego del paisaje y el retrato junto al desnudo, forman parte de una larguísima aula, en la que Fodrini se obligó denodadamente, sin permitirse transgresiones, sin intentar quemar etapas forzando imaginerías o efectismos caprichosos, de esos que a veces lanzan tempranamente a un pintor a las vidrieras de las galerías.
Generalmente quienes así actúan, terminan naufragando en el “cliche”, esclavizados de por vida a copiarse a si mismos.
De aquella y larga época, surgen importantes jalones, especialmente en los retratos y desnudos, y más acá, ya evidenciando el trabajo casi alquímico que Fodrini desarrollaba en la soledad de su taller, diseccionando el color y transmutando las formas, aparecen unos peculiares puertos que lo lanzan hacia un merecido y ascendente renombre.
De ahí en más comienza la etapa realmente creativa, el desarrollo de ese lenguaje del que hablábamos al comienzo.
Como descorriendo un velo sobre paisajes plenos de misterio, pero con el espíritu de la verdad, nos enfrentamos hoy a los “FANTASMAS”.
Aquí la pericia plástica de Fodrini alcanza su hito más importante hasta la fecha, descubre la anécdota , integra claramente el sentimiento y es así que nos representa de la manera que ni quisiéramos, porque pese a todo, Fodrini sigue siendo, como lo afirma Manolo Lima, un pintor “ajeno a las fanfarrias del éxito y a las aventuras del vidrierismo de moda”.
"Evans Fodrini" by "El País" Newspaper (Uruguay).
Nacido en 1960 en Maldonado, Evans Fodrini es uno de los más jóvenes exponentes de la plástica local.
De él dijo Manolo Lima, su maestro: "Creo que Evans es de los compañeros -ya se puede decir- del viejo Taller Maldonado, el que mejor ha entendido una de las coordenadas fundamentales en la trayectoria formativa del Taller: la humildad y honestidad en el trabajo creador. Ajeno a las fanfarrias del éxito y a las aventuras de vidrierismo de moda.
El numeral primero de su escala de valores, está justamente ahí, en su quehacer plástico, desde donde, enraizado en una firme estructura de dibujo y en un inexorable ajuste de valores, el duende de su tono se comunica con la gente". Fodrini ha participado de numerosas exposiciones colectivas e individuales.
"Evans Fodrini: The Engrossed Paint" by N.A.G.
A partir del próximo 28 de marzo, en el anexo del Círculo Italiano, la población de Maldonado tendrá oportunidad de visitar una nueva muestra de Evans Fodrini.
Este reconocido plástico fernandino habrá de presentar 24 obras de verdadera importancia, fruto de su última producción, en las que es posible apreciar la eclosión final, y hasta se diría que felizmente terminada de un propósito plástico madurado en el trabajo constante y en la dedicación sin horario ni descanso con que han sido dadas a luz.
El óleo, tratado con la singular maestría que impone la teoría Torresgarciana, adoptada por el fructífero pasaje formativo que nuestro artista recibiera del Taller Maldonado y de la dirección, que aún se evidencia, del maestro Manolo Lima, cobra en cada cuadro esa lujosa penumbra, esa satinada opacidad que los personaliza al punto de hacer innecesaria la firma.
La figura,, esbozada con la síntesis exacta para sostener el color, resuelta a trazo de pincel, y muestra esa sinceridad que sólo puede dar el artista que desprecia la geometrización, lo áridos esbozos previos, y que organiza su obra con la alegría de irla descubriendo a medida que se sumerge en ella, en una muy poco frecuente simbiosis entre el creador y su materia.
La ecléctica selección del tema, maternidades, desnudos y figuras infantiles, junto a naturalezas muertas, marinas y paisajes portuarios, no impide para nada la homogeneidad de la muestra, al punto que aún los paisajes que Fodrini trajera de su reciente visita a Brasil, especialmente a Río de Janeiro, se integran para transmitir el mismo mensaje plástico. De todas las obras emana como una máxima intraducible para la lengua, el cautivante acento de riquísimas inflexiones de una omnipresente sensación.
El tiempo se detiene, con la misma recóndita paz ensimismada, en los ojos de un niño, o en un barco amarrado al muelle, como así también en los pies deformados de una trágica maternidad o los pálidos horizontes de Guanabara.
Nada importa la excusa temática, aquí está siempre la pintura, pensándose, sintiéndose a sí misma.
A los 27 años (13 de pintor a toda hora) Evans Fodrini le está dando a Maldonado, quizás, los más enamorados toques de una obra que se nos va.
Lamentable o felizmente, según como se mire, ya los puntos altos de su producción emigran con alarmante facilidad, Argentina, Brasil, España y Estados Unidos (USA) ya han manifestado y concretado la avidez por su obra.
Tal vez no nos quede mucho tiempo para apreciar la presencia entre nosotros de un pintor de los quilates de Fodrini, galardonado justificadamente en la reciente muestra de San José, y cotizado en las mejores Galerías de Brasil y Uruguay, es muy posible que este valioso pincel se vaya tras la ya iniciada emigración de sus cuadros.
Por eso vale la pena reiterar la invitación más perentoria para visitar la muestra que nos ofrece desde el 28 de marzo, en los Salones del Anezo del Círculo Italiano de Maldonado.
"Evans Fodrini: The Paramount Language" by N.A.G "Sol del Este" Newspaper (Punta del Este, 1984).
Evans Fodrini es un pintor no sólo por su escuela ( la herencia de Torres García a través del Taller de Maldonado y Manolo Lima) sino desde sí mismo. A quien lo trata personalmente no se le puede escapar que la pintura es un elemento inexcusable hasta de su forma de ser.
Tal vez allí radique la razón por la que Fodrini logra que sus obras tengan un puro lenguaje plástico, sin mixturas no mestisaje.
Por otra parte está el valor artístico de cada obra. En ese análisis encontramos a Fodrini con vario años de pintura (pese a su juventud) con muchas búsquedas concretadas, con una enormidad de ensayos y experiencias concluídos, de los que sale el pintor que, si bien se supera y progresa, indudablemente hace mucho que ya está.
EL COLOR
Fodrini es un magistral artífice del tono. Su obra comieza desde un color maestro, una directriz, desde la que comenzarán a fluir los ritmos y las armonías de la obra. El artista no se aparta ni un átomo de la exactitud de las correspondencias. La luz aparece como un signo de totalidad, se diluye en esfuminos, se contrae para ser exacta referencia de también exacta sombra, y aún se torna en borrón de deslumbramiento donde el pintor quiere que sólo quede iluminada una ausencia.
La paleta baja pero capaz de afrontar riesgos, que maneja Fodrini, favorece, por otra parte la intimación del espectador con lo que se propone.
LA FORMA
Un diseño correcto pero jamás exquisito, sin sobrecargas, sin alarde pero sin fruslerías de comics o de plumistas, cumple el perfecto papel de continente del mensaje plástico.
Es la coma, el guión, el interlineado de su puro lenguaje.
Pero es además el resultado primario de ese ademán que el mundo le hace al pintor: la motivación del hecho cotidiano y por ende univesal.
Por eso en Fodrini la forma se sustenta con lo imprescindible, una magnífica síntesis, que jamás se transforma en esquematización displicente; ella contiene lo esencial, un poco de luz de todos los días que no tenemos tiempo de ver, hasta que el arte nos suprime por unos instantes la prisa; una sonrisa del alma de un objeto casi sin importancia, un mucho de lenguaje primordial, el universalismo y sutil y antiquísimo de las grutas de Altamira y más allá.
"Evans Fodrini, the elect artist to paint the city" by Cecilia Bonilla (Este Diario,006).
La peatonal Sarandi contará con un mural
Evans Fodrini, el artista fernandino elegido para pintar la ciudad
Un mural que estará a cargo de Evans Fodrini, pintor nacido en Maldonado, reconocido a nivel regional que siente que pintar este mural es un desafío muy interesante, “lo tengo planteado desde hace dos años y ahora se da el contexto preciso para hacerlo”.
Con el nacimiento de Asociación Civil Procentro, se acortaron los tiempos y se esta dando comienzo a la creación que queda a cargo del artista.
¿En qué te inspiraste para crear el mural?
En el paisaje de Maldonado, que por ser oriundo de Maldonado, por transitar en él, por sentir el paisaje como parte mío, esta creación es como un pretexto en una serie de obras que son icnográficas de Maldonado.
¿Cómo lo descubriste?
Lo descubrí una tarde, sentado en la plaza, a partir de un romance de las palomas y todo el cortejo y coqueteo, empezaron a surgir imágenes que serian obras, en donde se suman la catedral de Maldonado, los personajes que se fueron transmutando, de palomas que pasaban a ser el candombe.
¿Tiene un toque poético ensamblado con el pintor?
Si, es como místico, poético, es una magia que se da en ese contexto, es mas allá de eso que tu ves, como una ventana al pasado de Maldonado.
¿Qué dimensiones tiene este mural?
Son dimensiones muy interesantes, 2.80 por 30.80m, para mi será el desafió mas importante que estaría realizando en forma unipersonal.
¿Cómo se preparo el área a pintar?
Es pintura sobre tela, lo que implica todo un desafió, me plantea el tema de las inclemencias del tiempo y la resistencia de la pintura a utilizar.
¿Presentaste bosquejos?
Si, pero voy a llegar a el con una imagen interna, el resultado final no te lo se decir.
Tengo la imagen precisa pero todo lo va a determinar la primera línea y el color que yo ponga, pero lo que tiene de interesante es que nace de mis recuerdos de infancia.
¿De dónde viene ese impulso creador?
No sabemos, todavía no he logrado descubrirlo, lo que si se y tomo las palabras de Don Joaquín Torres García es “el demonio creador”.
¿Es difícil pintar un mural con dimensiones tan grandes?
Es mas difícil por eso, pero por el lado de la pintura no tanto, porque hay una paleta, una línea y un color que determinan tu personalidad.
¿Cómo es la Paleta que determina a los uruguayos?
La cultura y la pintura uruguaya en especial representa un caracter determinado, no solo por un importante legado a traves de lo que fue el Taller Torres, de donde yo recibo esa herencia legada a través de Manolo Lima, sino además también por una geografía y un clima, que determina la paleta baja, por eso es que habla del perfil de los uruguayos, mas taciturnos.
¿Cuánto tiempo estimas te va a llevar terminarlo?
Alrededor de una semana, tal vez antes, depende también del material a utilizar y como funcione.
"Evans Fodrini Uruguayan Painter" by Carlos María Tonelli.
Evans Fodrini, pintor Uruguayo, nacido en Maldonado que ha desarrollado su actividad en su ciudad natal como también a nivel nacional; realizando viarias exposiciones en diversas zonas del país.
También ha realizado incursiones en el exterior especialmente en Brasil y en el litoral argentino. Y viaja a estados unidos y Europa.
Desde su comienzo como pintor llega al taller del pintor Manuel Lima, quien tuvo un pasaje por el taller Torres García.
Lima que tenia su taller en Montevideo, decide venir a radicarse a Maldonado, taller que es frecuentado por un grupo de jóvenes ansiosos de estudiar pintura y entre ellos esta Evans Fodrini.
El taller de Lima realiza con frecuencia varias exposiciones en las que Evans participa activamente. Lima imparte en su docencia algunos de los preceptos torresgarcianos, el empleo de una estructura lineal realizada con color negro y las zonas a cubrir con una pintura tonal derivada de la paleta baja que trasmitió Torres con tierras ocres, rojizas, tierra sombra y obtenidos por mezcla con el color fundamentalmente negro más el azul de ultramar, fundamentalmente grises coloreados.
Paleta reducida a cinco colores básicos con lo que se conseguía trasmitir la relación de valores y el carácter tonal de la pintura.
En su comienzo Fodrini aborda el tema de los puertos que realiza aplicando los conceptos lineales fuertemente acentuados con negro y espacios coloreados con tonalidades grises que surgen de su propia paleta de la que ya dimos referencia.
Lima era un pintor que le gustaba pintar desnudos, tema que también Evans, siguiendo a su Maestro, aborda con singular acierto, siempre con los mismos recursos plásticos. Así como también era común en los talleres pintar naturalezas muertas, tema que también frecuenta Fodrini, por que a partir de ellas se enseñan todos los principios de la pintura.
Luego, después de pasar por todas estas experiencias Fodrini decide cambiar su temática y aborda el tema de los “Fantasmas” que tienen un carácter mas expresionista generando ritmos internos en sus imágenes que de alguna manera nos recuerdan las obras de Marc Chagall por el giro rítmico que asumen sus imágenes.
Deformaciones intencionadas para acentuar lo que quiere expresar a través de sus ideas agregando personajes extraños, cabezas de carneros, figuras aladas o escenas de bailes con acordeonistas, guitarristas y bailarines.
En otra obra aparece un minotauro observando una gran luna y debajo de el, un grupo de personajes tocando tamboriles.
Es evidente que en Fodrini se va mezclando la temática del carnaval uruguayo con el tango. Y así también se le ocurre mezclar a Maestros de la pintura universal como Velázquez, representado dibujando y rodeado de una serie de seres que parecen hostigar al pintor.
También la catedral de Maldonado aparece en una de sus obras bajo cuyas torres con una exageración perspectiva hacia lo alto, surgen grupos de figuras fantasmales que son tal vez las que han atormentado al autor, creando estos recuerdos de su niñez.
Lo onírico presente en estas obras hace pensar en esos recuerdos del autor que por necesidad interior afloran hoy en sus obras creando un clima de surrealismo.
Aunque las soluciones desde el punto de vista plástico no coinciden con el lenguaje surrealista por facetar demasiado las figuras creando espacios negativo - positivo que pertenecen mas al lenguaje cubista.
Finalmente Fodrini aparece con una nueva temática, las alegorías, en donde pueden apreciarse influencias de Botero, de Chagall como lo hemos señalado anteriormente y un aire de las obras de Solari parece también percibirse.
Por lo tanto Fodrini ha encontrado en la observación de todos estos maestros, parte de lo que subyacía en su interior y en sus sueños y temores y obsesiones como las que todo pintor tiene a lo largo de su vida, y que finalmente pueda plasmarlas en sus obras es lo que todo pintor debe hacer, obedecer al instinto que su espíritu y e intuición reclaman como alimento para continuar trabajando en este difícil camino del arte plástico. El maestro interior lo ayudara.
Carlos Maria Tonelli
Primer Premio Nacional de Pintura
Gran Premio Nacional de Pintura
Premio Figari a la trayectoria y la excelencia