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Ribeiro Nario, Edgardo
· Diplomático de carrera, ejerció funciones en la Embajada de Uruguay en Lisboa desde 1989 a 1993.
Proveniente de una familia de pintores, Edgardo Ribeiro Nario, desde niño comenzó a pintar bajo la orientación de su padre, quien fuera discípulo directo del Maestro Joaquín Torres García.
A partir de su primera exposición, en 1960, Ribeiro Nario obtuvo numerosos premios en concursos de pintura en Uruguay, además de integrar varias exposiciones colectivas y exponer individualmente en Uruguay y en el exterior.
Desde 1972 a 1988 se dedica, asimismo, a la enseñanza de pintura en su taller. Algunos de sus alumnos son hoy, nombres destacados en la pintura nacional.
Sus trabajos pueden ser vistos en museos y edificios públicos de Uruguay e integrando colecciones particulares en nuestro país y varios de América Latina y Europa.
Falleció el 28 de marzo de 1996 en la ciudad de Montevideo (Uruguay).
Participación y premios oficiales obtenidos en Uruguay:
1962- VI Salón de Otoño de Artistas Plásticos del Interior (Uruguay).
1963- Premio Museo Departamental de San José, VII Salón de Otoño de Artistas Plásticos del Interior (Uruguay).
1964- XXVIII Salón Nacional de Bellas Artes (Uruguay).
1965- Premio Jockey Club del Uruguay, IX Salón de Artistas Plásticos del Interior (Uruguay).
1967- XV Salón Municipal de Montevideo (Uruguay).
1967- Premio Intendencia Municipal de Paysandú, X Salón de Artistas Plásticos del Interior (Uruguay).
1968- Premio Cámara de Representantes del Poder Legislativo, XII Salón de Artistas Plásticos del Interior (Uruguay).
1984- Primera Bienal de San José (Uruguay).
Exposiciones Colectivas:
1960- Escuela de Artes Aplicadas en el Departamento de Rivera (Uruguay).
1962- Universidad del Trabajo, Montevideo (Uruguay).
1963- Edificio Santos Dumont, Punta del Este (Uruguay).
1963- Asociación Cristiana de Jóvenes, Piriápolis (Uruguay).
1964- Exposición de Pintura y Escultura Figurativas, Montevideo. Muestra de Pintura Constructiva, Montevideo (Uruguay).
1965- “El Retrato en la Pintura Uruguaya, de Blanes a nuestros días”. Museo Nacional de Bellas Artes de Montevideo (Uruguay).
1966- Comisión Nacional de Bellas Artes, Montevideo (Uruguay).
1972- Intendencia Municipal de Montevideo (Uruguay).
1974- Biblioteca Nacional de Montevideo. Galería Contemporánea, Montevideo (Uruguay).
1975- Galería El Refugio, Montevideo (Uruguay).
1976- Galería El Refugio, Montevideo (Uruguay).
1976- I Exposición de Arte Religioso, Galería Moretti, Montevideo (Uruguay).
1976- Museo Departamental de San José (Uruguay).
1976- Galería Losada, Montevideo (Uruguay).
1978- “Arte Uruguayo”, Cuartel de Dragones, Maldonado (Uruguay).
1981- “Los hijos y los padres en el Arte Uruguayo”, Organización de Estados Americanos (OEA), Montevideo (Uruguay).
1990- Galería Latina, Montevideo (Uruguay).
1995- Galería Tempo, Montevideo (Uruguay).
Exposiciones Individuales:
1969- Facultad de Arquitectura de Uruguay.
1969- Biblioteca Municipal de Rocha (Uruguay).
1971- Conmemoración del sesquicentenario de la ciudad de Libertad (Uruguay).
1971- Liceo Departamental de San José (Uruguay).
1979- Galería Losada, Montevideo (Uruguay).
1979- Galería Moretti, Montevideo (Uruguay).
1980- Galería Moretti, Montevideo (Uruguay).
1980- Galería Olmedo, Punta del Este (Uruguay).
1982- “Galería Portón de San Pedro”, Montevideo (Uruguay).
1983- “Galería Portón de San Pedro”, Montevideo (Uruguay).
1984- “Galería Portón de San Pedro”, Montevideo (Uruguay).
1985- “Galería Portón de San Pedro”, Montevideo (Uruguay).
1986- “Galería Portón de San Pedro”, Montevideo (Uruguay).
1987- “Galería Portón de San Pedro”, Montevideo (Uruguay).
1988- “Galería Portón de San Pedro”, Montevideo (Uruguay).
1988- Casa de la Cultura del Departamento de Durazno (Uruguay).
1994- Sala “Pedro Figari” del Ministerio de Relaciones Exteriores, Montevideo (Uruguay).
1995- Casa de la Cultura del Departamento de Lavalleja (Uruguay).
Exposiciones en el Exterior:
1973- Ministerio de Obras Públicas, Asunción (Paraguay).
1978- “5 Uruguayos en Venezuela”, Maracaibo (Venezuela).
1981- “Pintura Uruguaya”, Comuna de Santiago de Chile (Chile).
1981- Instituto Iberoamericano de Bonn (Alemania).
1984- Galería del BID, Washington D.C. (USA).
1991- Fundación Artebolsa, Hotel Meridien, Lisboa (Portugal).
1992- Fundación Artebolsa, Hotel Tívoli, Lisboa (Portugal).
1992- Conmemoración de los 500 años de los Descubrimientos, Monasterio de Batalha (Portugal).
1992- Galería Sâo Francisco, Lisboa (Portugal).
1993- Tauromaquia Portuguesa, Club de Empresarios, Lisboa (Portugal).
1993- Aspectos Tradicionales de la Pintura Rusa y Latinoamericana, Galería “Patio das Artes”, Lisboa (Portugal).
Sus obras se encuentran en colecciones particulares de Uruguay, Argentina, Brasil, España, Portugal, Italia, Suiza, Francia, Reino Unido e Israel. Colección particular de la Presidenta de Chile Sra. Michelle Bachelet.
"Los Paisajes de Edgardo Ribeiro Nario", Diario "El País" (Uruguay).
LA AVENTURA DE PINTAR
- Ingresé al “Taller Ribeiro por la admiración que sentía por mi padre. Inicié el aprendizaje plástico de una manera organizada, disciplinada, digna de los principios que sustentó mi padre, quien fue alumno directo de Torres García. Y esa escuela fue definitoria para el arte pictórico uruguayo, porque Torres García fue la base y quien trajo una tradición de arte acá. Eso sucedió un poco con la escuela veneciana, que trasladó sus ideas de pintura a España con Velásquez y tuvo influencia sobre Goya. Y en España llevan las ideas de Manet y sale un impresionismo; de esas ideas del impresionismo sale Cezánne, y de Cezánne sale al constructivismo. Así, Torres García trajo al Uruguay una idea de arte y pintura, y toda esa concepción de colores puros. Llevó a sus discípulos a pintar y a dibujar de la realidad, y después los sacaba de allí y los ponía en una cosa mental – casi como recuerdos de los modelos- y hacia una naturaleza de colores puros y de pronto, los ponía en una pintura planista. Entonces hacían un excelente naturalismo y allí les enseñaba a ajustar para que se hiciera una pintura más sintética, mucho más esquemática. Y así fue enseñando con una gran sabiduría como formar un artista espiritualmente, para que su pintura no fuera algo confuso, sinó que la creación se ajustara a lo real de ese lenguaje, y cada cual buscara dentro de si mismo y saber donde estaba cada uno ".
LA DOCENCIA ES OTRA AVENTURA
"Edgardo Ribeiro Nario en "Portón de San Pedro", Diario "El País" (Uruguay).
EN LA HUELLA DE TORRES GARCIA
Estudio pintura desde los 15 años con su padre, el maestro Edgardo Ribeiro, quien fuera alumno directo de otro maestro: de don JoaquínTorres García. Así, desde 1960, Edgardo Ribeiro Nario, ha realizado muestras colectivas e individuales en Montevideo, Argentina, Chile, Paraguay, Venezuela y en Estados Unidos. Desde hace varias semanas expone en Galería “Portón de San Pedro”. Por tal razón, “EL PAÍS DE LOS DOMINGOS” lo entrevistó.
En general las características conceptuales y técnicas no difieren mucho de la exposición del año pasado. Pero sí, hay cierto misterio referido a la problemática de los accidentes de la sombra y la luz y una convicción más impresionista. Puede haber una prolongación de la pintura expresionista pero no fue buscada como tal, sinó que se fue dando en el dasarrollo de la labor. Así define su exposición, Edgardo Riberio Nario, como una constante de su quehacer pictórico que ha registrado marinas, muelles, campos y ranchos. Y si algunas pinturas suyas reiteran su sólido oficio,otras abren un nuevo planteamiento estético como puede ser un rancho azul, cargado de tintes expresionistas, o el leve pasaje al impresionismo, en su sutil captación de un médano, azul grisáceo y de nubes blancas.
DIVERSOS LENGUAJES
“Uno va llegando a formulaciones categóricas no porque se las proponga intelectualmente, indica, sinó porque arriba a ese estadio mediante un trabajo constante apoyado en una técnica”. Picasso decía: “Se evoluciona, no se desarrolla”. No hay ideas nuevas, sinó la evolución de varias ideas , y en cuanto a mi pintura he tratado de ampliar todos los estilos exteriores a pesar de que tengo una idea precisa de lo que es mi pintura. He tratado de contraponer en una y otra pintura diversos lenguajes expresivos. Creo que, en este momento, la ausencia de un estilo es el estilo. Esta es una idea muy clara que defiende Octavio Paz.
El ha dicho: “En las técnicas contemporáneas la ausencia de una estética es la estética de este momento. Frente a esa diversidad de opciones todo es permisible y admisible, dentro de la búsqueda por la búsqueda en sí mismo”.
EN ESTADOS UNIDOS
Y al adoptar esa apreciación, Edgardo Ribeiro Nario habla de su último viaje a Estados Unidos donde expuso en el Bid. Señala: Frente a esa diversidad en lo poliforme y polifacética que es Estados Unidos, y sobre todo, Nueva York, se encuentra en esa presión de inquietudes. Como artista plástico me encontré en los Estados Unidos como un hombre latinoamericano y dentro de un medio de gran diversificación de galerías. Pero me encontré con una toma de posición muy importante dentro de lo que es la manifestación plástica, tan innovadoras como el hiperrealismo, llevado a la xilografía o al grabado en aguafuerte. Pero dentro de esa policromía de técnicas siempre hay una idea de que es el hiperrealismo el que predomina. A pesar que el hiperrealismo, en definitiva, como idea dentro del mundo artístico, contemporáneo, no es tampoco nada nuevo, ni innovador.Puede ser que innovadora sea la técnica, pero no la idea en sí. Pienso que hay una cierta confusión entre la idea estética primaria y la técnica y no lo que da origen a la técnica.
Y agrega: De alguna manera en Estados Unidos, se tiene todo programado, todo predeterminado, y el hombre, como ser existencial en todas sus manifestaciones – laborales, cotidianas, intelectuaes y artísticas-, tiene una creación bastante limitada en una sociedad que le brinda una existencia ordenada, prefabricada. Aquí, en Uruguay, - como en otros países de América Latina- no se sabe que puede suceder dentro de 25 años. Pero en Estados Unidos la ciencia y la tecnología lo han previsto todo. Y si el futuro para nosotros es una aventura, para los Estados Unidos ya no lo es.
LO QUE SE HACE ACA
Y luego de indicar tal apreciación, comenta: “A mi me sorprendió y conmovió un poco la responsabilidad y la capacidad de autocrítica del plástico de nuestra generación. Yo tengo una formación muy marcada, porque me formé con mi padre con determinados preceptos “teórico-filosóficos” de que nada puede modificarse o modelarse, aparentemente, o estar ceñido a las teorías torregarcianas. No quiero pecar de viejo y decir que los tiempos de antes fueron mejores que ahora.
Creo que el Uruguay tiene un gran potencial plástico de dibujantes y nuevos pintores que están surgiendo. Uruguay es una cantera que tiene gente dedicada al quehacer plástico en forma muy severa. Creo, eso si, que la tradición se ha perdido un poco debido a los “istmos” que han venido de Europa y eso es lo malo: no puede un pintor uruguayo describir una sociedad de consumo o de gran tecnología donde no la hay. Por ejemplo, si en los Estados Unidos una obra de chatarra es exhibida, como obra escultórica en el Lincoln Center, creo que la permanencia de ese tipo de obra obedece a una sofisticación o a un desmembramiento intelectual que sufre la cultura de una sociedad desarrollada e industrial. Y de alguna manera, me parece que la justificación de ese tipo de obra obedece a justificaciones intelectuales de asombrar, partiendo de un sofismo detrás de un razonamiento intelectual aparentemente lógico, por demostrar que este hecho es artísticamente válido. Creo que este hecho está totalmente escindido, que está totalmente separado y es ajeno a la integración estética a lo que son las manifestaciones artísticas latinoamericanas y al hombre americano, o al ciudadano de Nueva York que pasea por la Quinta Avenida, y que poca importancia le da a ese tipo de manifestación y que solo cumple el rol de llamar la atención.
No creo que estas manifestaciones tengan todo el andamiaje intelectual como para que sean consideradas como manifestaciones de arte. De lo contrario seria una teoría apocalíptica del arte y del mundo al fin. Creo que algunas manifestaciones similares cumplen un rol eventual y –en el mejor de los casos- cuando una obra alude al vértigo que se vive en una gran ciudad, creo que la mayor función que puede cumplir sea sensibilizar al público. A ese público, claro, que se topa con una especie de “environment ” en plena calle.Creo que el arte en las sociedades industriales altamente desarrolladas, está en un caos y vive una confusión tremenda, y que no marca perdurables rumbos.Es una experiencia de participación colectiva, pero que tiene tan pronto un principio como un inmediato fin.
Es que en el arte –en la pintura en este caso-, es el tiempo quien le da a una obra su categoria de arte y su valor universal y eterno. Y en el arte eso ha sucedido con obras de un Bach, de un Miguel Angel o de un Da Vinci. ¿Acaso esas obras no han encontrado en el tiempo su universalidad y estatura eternas?
"Ribeiro Nario Dentro del Impresionismo", por Eduardo Vernazza Diario "El Día" (Uruguay).
Ribeiro Nario nuevamente exhibe sus cuadros en el "Portón de San Pedro":
Ya en la pasada muestra en la misma galería, argumentábamos su paso hacia el posimpresionismo. Esta vez va más adelante en cuanto a la veta de la verdadera teoría se refiere.
Han desaparecido las huellas estructurales que se marcan solo esporádicamente en algunas telas, para abordar el paisaje directo de la Naturaleza en sus espectros de luz. Es de tal manera que su pintua se puede catalogar ya de impresionista.
Lo que confirma su versión más colorista y entrada al afecto del sol sobre los campos, la "cerrazón" y otros elementos de la atmósfera que se representan, y pueden lograrse solo como sensación del paisaje.
Porque, salvo algunas escenas más entregadas a la lógica, esta muestra de Ribeiro Nario, justifica la versión del campo de los pequeños pueblos, y de sus calles, con el detalle característico del "caballo y carro", tan ajustado a la verdad visual.
Agilidad Técnica
Existe si, un manejo de pincel muy rico en el toque y el juego ágil, especialmente traducido en las ramas finas de los árboles. Y decimos esto, porque tal forma de expresión directa, encuentra una espontánea receptividad en el pintor.
De los Matices
El paisaje de pequeña dimensión tolera su paleta con bellos matices.
Con un cambiante ritual de los verdes frescos y nuevos, los ocres, doran los atardeceres o se filtran entre la bruma, como lo hace en "cerrazón".
Una puesta de sol nos da el respaldo a nuestro criterio, para ubicarle en el impresionismo. Porque en ella, más que el problema de pintura, está el de captar el sentido de la luz sobre la llanura. Luego los pastizales y el encuentro de impresiones en sombras y sol, determinando los colores en las superficies.
Tal conjunto encara decididamente una realidad explicativa de la naturaleza.
El artista no está conmovido más que con el espectáculo de sus paisajes.
El espíritu sensible a ello, no atiende las nuevas tendencias distorsionantes y conductoras de otras teorías más arraigadas en el intimismo del subconciente. La realidad que vemos es alegría y oxígeno puro.
Dentro de tal, tesitura, la pintura de Ribeiro Nario supone otro paso hacia una revisión del impresionismo latente, que toma impetu, ganando terreno en el color y en la secillez del tema.
"Ribeiro Nario", por Mayling Carro Amorin.
Es para nosotros un inmenso honor, integrar la presentación de este encuentro con el gran pintor nacional, Edgardo Ribeiro Nario. Amigo entrañable que, pese a su partida física, continúa hoy más vivo que nunca en esta comunidad que celebra su triunfo definitivo. Porque su vida estuvo signada, como hemos escrito en diversas ocasiones, por la rectitud vocacional, las magníficas formas, los colores magnéticos.
No podemos olvidar, en el instante de redactar este sentido testimonio, sus días de diplomático intachable. Días arraigados al estricto deber. Que lo condujeron, en destino oficial, a Portugal, en la década del 80.
Edgardo se compenetró desde temprana edad con la pureza figurativa. En ella creció. En ella dió sus frutos. Respaldado en la sinceridad, volcó en el plano la poesía.
Tratando la materia con particular refinamiento. Ejercitando, paralelamente pasión por la literatura seria. Por la música clásica y la connotada a otras vertientes.
Heredero de un apellido reconocido en el arte nacional, en el arte consagrado en varios países europeos, recogió con sensibilidad la semilla de su padre, el maestro Edgardo Ribeiro con natural nobleza. Sin olvidar a su tío Alceu Ribeiro. Pero, lo que lo caracterizó, fue su propia personalidad, su esperanza hacia un mundo mejor, donde los valores espirituales puedan encontrar, finalmente, su justa escala.
Edgardo se marchó creyendo firmemente en una apertura moral por la que luchó con bríos, haciéndonos partícipes de sus sueños.
Hoy, decimos como ayer, que tuvimos el privilegio de su amistad. En la que nunca estuvo ausente el gran respeto, el señorío, la delicadeza. Con él comulgamos en tantos matices pictóricos que fueron conformando una paleta sin estallidos. Solamente pacífica y firme, como su alma.
Es, por nuestro admirado y noble hermano, ya, que ahora volvemos a detenernos en su fecundidad plástica con justificada nostalgia. Trascendiendo la misma, sabemos que él espera. Donde nada concluye, en el perenne Abrazo.
Mientras tanto, lo ovacionamos junto a toda la nación. Con todo lo exquisito que dejó en el camino.
"La Naturaleza de Ribeiro", por Elisa Roubaud.
La naturaleza es el tema de la pintura de Edgardo Ribeiro Nario. Formado en la escuela de su padre, heredero de los principios del Taller Torres García, Edgardo ha encontrado su propio camino en una interpretación de lo natual que se distancia de las clásicas lecciones y que al mismo tiempo sólo se puede conseguir cuando esas lecciones han sido aprendidas y practicadas en profundidad. Edgardo absorbió los conocimientos de TTG, contempló los maestros de la pintura y arribó a la creación de paisajes que sólo aparentemente y sólo a miradas desprevenidas, pueden parecer reflejo o copia de lo natural.
Cada escena que la mirada del pintor registró, o que el dibujo tal vez tomó en rápido apunte, está sustentada por una estructura de verticales y horizontales.
Ha desaparecido la línea negra bordeando contornos y la figuración anega los límites de cada forma en el color de las siguientes. Color que Ribeiro derrama pleno de matices, contenido en la valoración, dada siempre con referencia a una zona de concentración de la luz.
Esta luz surge de lo pintado; Ribeiro maduro en su oficio, conoce su paisaje interior y lo pinta. Desde esta zona iluminada nacen todos los colores. Y es la cualidad abstracta, misteriosa de esta luz, la que alerta al contemplador de manera que al mirar sepa y sienta que se trata de una pintura y no de una copia de alguna realidad exterior. Es buena pintura entonces, abstracción de la naturaleza y no naturalismo.
"Ribeiro Nario en el 'Portón de San Pedro' ", por Eduardo Vernazza (Uruguay).
Edgardo Ribeiro Nario, pintor y profesor en su taller de Montevideo, viajó a USA donde realizó una exposición en la "Galería de la Asociación de Funcionarios del Banco Interamericano de Desarrollo", en la ciudad de Washington.
-¿Qué acogida tuvo su pintura en ese medio?
Tuve la sensación que el público dio muestras que el tipo de pintura que realizo posee una vigencia y permanencia más allá del ámbito en el que hasta ahora la he desarrollado.
-¿En qué consistió el material que integró la exhibición?
Las obras eran paisajes. Más dos retratos pintados dentro de las características que he mantenido últimamente. O sea, una pintura muy apegada al color, y sus vibraciones dentro del accidente de la luz.
-¿Debo pensar que con un criterio casi impresionista?
Creo que no se ajusta a tal criterio. Aunque mantenga con dicha escuela algunos rasgos de aproximación. Entre otros, el estudio de los matices en los planos de sombra.
-¿Qué puede decirme de la pintura que se está realizando en USA y la relación con la suya?
Mi exposición me restó bastante tiempo para observar con el detenimiento debido ese mundo tan profuso de las más variadas vestimentas plásticas. De ese pequeño fragmento que he podido observar, puedo puntualizarle que se dan cita las múltiples expresiones que se contraponen a la cantidad de formas individuales que sustentan muchos artistas. Sin embargo la gran amplitud queda amparada bajo el rasgo común de la búsqueda, o la experiencia de ser absorbido por un mercado de gran avidez...
Dentro de tan atiborrado y multiforme universo, lo que más me llegó fueron los distintos ejemplos del Hiperrealismo, en los que encontré en oportunidades un oficio muy desarrollado.
Desearía señalar el grado de difusión que tienen técnicas tales como el grabado y la litografía.
Ubicación de su Obra
-¿Y cómo se ubicaría Ud. con su pintura en ese mundo?
La ubicación de mi pintura en tal contexto, pienso que puede ser un matiz más detnro de ese multitudinario universo.
-¿Visitó los Museos?
Me impresionó mucho la "National Galery" por la presentación y preservación de los cuadros. Y sobre todo la forma ordenada y didáctica que plantea la disposición del Instituto. De los más recordable es una sala dedicada a Cezanne.
-¿Qué planes tiene?
Concreté con una galería -a raíz de mi muestra- un contrato exclusivo para enviar de 35 a 40 cuadros por año. Posiblemente, además, exponga en "La Fine Arts" de George Town, el próximo año. Otro de mis proyectos es exponer en Santiago de Chile.
-¿Y a corto plazo en Uruguay?
Una exposición en la Galería "Portón de San Pedro" en diciembre próximo. Paisajes urbanos. Una serie del campo uruguayo con figuras de ese medio.
- En estos tiempos tan llamados al cambio, ¿se identifica Ud. con ese sentimiento?
Obedezco a una formación conceptual y disciplinada. El sentimiento de búsquda misma si se da, se materializa de una manera casi inconsciente y vinculada a la misma. De esta actitud, posiblemente el haber dejado la paleta fundamentada en el gris y determinado tratamiento de la línea son factores que estuvieron muy presentees en mis años de formación.
-¿Y actualmnete, qué hace?
Algunos trabajos en acrílico. Con criterio y técnica distinta a la manejada hasta ahora. Lo que de alguna manera obedece a necesidades no provenientes del exterior, sino a los impulsos de mi propia evolución.
"Principales Críticas de Portugal" (Lisboa, Portugal).
“Edgardo Ribeiro Nario rompió con la realidad exterior penetrando en mundos desconocidos con ojos de visionario y sensibilidad de pintor. Promueve y amplía el diálogo con el arte, comunicándose a través de sus vetas de una manera totalmente apasionante, reposando a través de la palabra del color y la forma.
Sus interpretaciones y tendencias se expresan a través del sentimiento atmosférico, la emoción y la capacidad creadora hacen nacer su obra.”
Manuela Pinheiro, Artista Plástica Portuguesa
“Asumiendo la obediencia a los cánones de la pintura constructivista en su iniciación y a los postulados universales de la interpretación naturalista de la realidad, el pintor Edgardo Ribeiro Nario, se aproximó, en los últimos años, a la concepción impresionista, para lo que contribuyó, de sobremanera, la luz y los paisajes de Portugal, de contrastes más intensos que en su tierra natal, los cuales, naturalmente lo impresionaron y lo llevaron a modificar el rumbo de su trayectoria.
Se trata de un pintor que roza la poesía más espontánea, ... sus cuadros son espacios que generan arquitecturas como acentos incisivos de una voluntad modulada a impulsos de corazón y de razón.”
Rodríguez Vaz, Crítico de Arte del Periódico Correio da Manha (Lisboa).
"Intensidad de la luz", por Rodríguez Vaz Diario "Correio da Manha" (Lisboa, Portugal).
Asumiendo la obediencia a los canones de la pintura constructivista en su iniciación y a los postulados universales de interpretación naturalista de la realidad, el pintor Edgardo Ribeiro Nario, diplomático uruguayo que hace cuatro años ejerce funciones en Lisboa, se aproximó, en los últimos años, a la concepción impresionista, para lo que constribuyó, de sobremanera, la luz y los paisajes de Portugal, de contrastes más intensos que en su tierra natal, los cuales, naturalmente, lo impresionaron y lo llevaron a modificar el rumbo de su trayectoria.
Utilizando tonos dulces, casi tenues, donde la luz es la principal protagonista y los azules leves tienen una coloración muy peculiar, ya sea en los paisajes alentejanos, o en los paisajes urbanos lisboetas y en las escenas del litoral, prespectivados con los ojos de quien les quiere como si hubieran hecho parte del universo de su instancia.
Recurriendo con frecuencia a la representación del cielo y de la luz, en un nítido homenaje a los contrastes lumínicos que son característicos en Portugal, su pintura acaba por revelar sus arquetipos ancestrales, apareciendo una hispanidad evidente en el vitalismo, en el dibujo sensible, en la percepción de la luz y en la forma como compone la atmósfera envolvente y como utiliza los tonos calientes de una paleta inesperada.
Trátase, por esto, de un pintor intimista que roza la poesía más espontánea, reflejando fielmente los tonos de una tierra de sol en escenas amables y escebas complacientes a la vista a través de pinceladas blancas, de gamas azules o verdes que alternan armónicamente con los rosas y los amarillos.
Mayoritariamente, sus cuadros son una secuencia de paisajes portugueses de caracter intimista, donde la memoria o una visión encantada armonizan colores y generan un clima. Son espacios que generan arquitecturas como escenarios de vida. Por eso, posee una gran manipulación de la materia donde se notan el trabajo de una espátula sensible, coordinando estética y sentimientos como acentos incisivos de una voluntad modulada a impulsos de corazón y de razón.
Pintor Edgardo Ribeiro Nario: ..... tras los pasos de papá. (Diario El País)
Explora lo que ha indagado hasta ahora con sólido oficio de pintor, eligiendo sus temas preferidos: son los paisajes uruguayos y europeos con esa paleta casi planista, donde las llanuras se funden con los cielos en atardeceres a campo abierto. Por eso Edgardo Ribeiro Nario - heredero de la escolástica pictórica de Edgardo Ribeiro, su padre, radicado en Palma de Mallorca – antes de inaugurar una muestra en Galería Portón de San Pedro, indica: El paisaje es un tema que siento mucho. Por eso, mi actual obra incluye paisajes de Santa Lucia, Santiago Vázquez, Colonia y algunas ciudades europeas que he visitado como Paris, Mallorca y Toledo.
Pensé en incluir desnudos, pero aplacé esa aspiración para el año que viene, aunque en mi pintura he tratado de sostener las coordenadas fundamentales de la pintura figurativa, sin optar por cambios, porque creo que los cambios en el arte deben darse de una forma natural en la propia experiencia del trabajo. Y si tuviera que definir debería aludir a aquella frase de Picasso cuando dijo “Yo no busco en la pintura, sino que encuentro”.
Pero aparte de pintar, Edgardo Ribeiro Nario frecuenta desde hace casi una década la docencia: Primero me integré al taller por la admiración que sentía por mi padre y comencé a pintar en el 60 donde tuve compañeros como los pintores Carlos Tonelli y Osvaldo Leite, anota. Y continúa: Luego ingresé en la docencia y eso me satisface mucho porque he comprobado que de mi taller han surgido talentos como Gustavo Calvo, Gabriel Acevedo, Walter Nadal, Ruben Velazco, Pablo González, Nelson Barreiro, y Elena Juan. Pero considero que trabajar en el taller es una labor de equipo donde el pintor asimila lo que el maestro enseña pero ese alumno en el futuro tendrá su vida propia en su obra. Soy de la creencia de que el alumno tiene que aventajar al profesor y, en el sentido de la docencia he tratado siempre de no membretarlo y de que luego de años de trabajo y oficio siga su verdadero camino. La enseñanza me ha dado satisfacciones – repite – y que uno se enfrenta a otra responsabilidad. Para mi enseñar es tan difícil como cuando me enfrento a una tela en blanco y he tratado de seguir siempre ambas aventuras.
Ribeiro Nario crea paisaje naturalista.
Edgardo Ribeiro Nario expone en el “Porton de San Pedro” 25 nuevas obras.
Dedicado a la enseñanza desde 1971, toma la dirección del “Taller” en el año 1977.
Observando sus pinturas se advierte de inmediato la técnica y la forma que interpretan la naturaleza. Aprendida de su padre Edgardo, el joven artista revela no pocas aptitudes que consolidan ya una representación tácita de sus valores.
Es una de las más equilibradas exposiciones que de él se hayan realizado.
La constante búsqueda de los efectos, de los reflejos y de las arboledas, dán a su cromatismo una especial riqueza.
Si bien no se aparta de tal convencimiento naturalista que es parte integrante de su espíritu, Ribeiro Nario no se somete como copista, sino que encuentra un lenguaje apropiado para salir a flote con algunos nuevos aportes como ser “las inundaciones” (Mercedes) motivo que tanto pintara Sisley en la época impresionista, y que, salvando las distancias, se ve muy bien en el toque claro y reflejado de las aguas quitas que en el pintor toma como plural acorde se sus gamas.
En varios cuadros se apersona al impresionismo directo. En otros, sostiene una toma naturalista sin las exigencias netas, sino liberadas a su sensible cromatismo.
Es interesante ese campo abierto y la carreta en el centro (contraluz) que en el atardecer sobrevive con luces propias en una buena ejecución.
Por otra parte, el espacio gana en una tela en que la luna alta, deja traslucir su halo en un cielo amplio. Debajo y quebrado en algo los perfiles de un pueblo, aparecen los ranchos y los elementos traducidos en una original secuencia de trazos.
Los cielos, trazados con soltura, van armonizando con los campos y los ríos. Las calles, con “Iglesia del Reducto”, son otras telas de buena concepción. Nombrar todas las obras sería insistir en dichos valores, ya conocidos en el pintor desde tiempo. Y afirmados por su constante labor y la no menos sutil renovación del color, que en algunos cuadros, repetimos, se hace cálido y se evade totalmente de su base y estructura, para soltarse en una espontánea línea que la visión objetiva le lleva a calificar dentro del trámite que siguieron los posimpresionistas.
Pintor de recursos de “taller”, sabe dejar a tiempo una tela. En otras, cansa en algo se don. En su “autorretrato”, salva la severa lección más dentro de los cánones del “estudio”.
"Ribeiro Nario o la vuelta al impresionismo" por Eduardo Vernazza.
El impresionismo tan atacado en otras épocas y tambien en esta por muchos que lo daban por pasatista y superado sirve, parecería, para que algunos pintores se revelaran mejorque en otras teorías de difícil asimilación.
Este es el caso de Edgardo Ribeiro Nario que expone en la sala I del "Portón de San Pedro" una serie de paisajes de muy buen tono y ejecución.
Sobre todo se impone dentro del verdadero impresionismo. Y aunque no posee la fuerza que mantiene fuera de los ámbitos del dibujo a este encuentro con la luz y el pleno aire, se manifiesta con atributos y méritos muy a tener en cuenta.
Ribeiro Nario traza el paisaje con ricas tonalidades, con certeras manchas y con cierta gracia, asi como sabe rasar el color en la tela cuando la transparencia lo exige.
Lo variado de la motivación que abarca lugares de Toledo, Parés, Mallorca y tambien bellezas de Uruguay, encuentra en su pincel una interpretación ligera, ágil y de frondosa vitalidad de verdes junto a algunas finezas en la decantación de la luz.
Atardeceres y Reflejos
Sin llegar a marcar la hora como lo hacían los impresionistas franceses, Ribeiro en "Reflejos en el Sena", "Atardecer en el potrero de La Pista" (Colonia), "Esquina en el Barrio Latino", "Almendros en flor" da la pauta de que ha entrado quizás sin proponérselo en el mundo del impresionsimo. El color no se ha soltado aún como requiere esta teoría pero es lo suficiente manejable como para dejar constancia de ella y destacar las condiciones del pintor, que se aplican con solvencia en el generoso don de asimilar y ofrecer pictoricamente aquella sensacion que le inspira.
La figura "Mujer de espalda", no asume los mismos valores. El dibujo no impera y el impresionismo afloja, desligándose este cuadro entre dos maneras sin afirmarse en ninguna.
Existen obras que afirman su contraste de sombra, azul y luz y de aquellas que dejan en el camino la trasparencia de otros tonos, que se apegan y van enlazando en la masa de la sombra todo ese nivel de matices que es necesrio para que esta pintura se sostenga.
Su "Jardín de Luxemburgo en Otoño", encuentra una dosis de poesía y afronta con bien intencionado rigor la cambiente belleza del lugar. Una exposicion que mantiene interés y que entronca con una escuela y técnica que Riberio Nario ha cultivado con mérito.
Taller Ribeiro: “El arte como tarea paciente y cotidiana”, Diario El Día 25 de noviembre de 1983
Se inauguró ayer en la Galería Zira Guichón una muestra de los alumnos del Taller Ribeiro. Participan en la misma, Febo Aycardo, Nelson Barreiro, Marta Bongiovanni, Carlos Boscacio, Leonardo Castellanos, Leonor Giménez, Atahualpa Ibáñez, Elena Juan, Reina Malherbe, Esther Meix, Hugo Pereira, Milton Sagrada, Beatriz Silva, Mabel Tissierre.
El Taller Ribeiro se ha constituido a lo largo de los años en uno de los centros de enseñanza de pintura de jerarquía dentro del acontecer plástico nacional. Esta afirmación tiene su validez dado que por el pasaron muchos de los plásticos nacionales que hoy tienen relevancia en la pintura e incontables personas y alumnos que, sin llegar a esos planos de trascendencia, han encontrado en el Taller y su enseñanza una metodología clara de aprendizaje y una práctica sencilla y honesta de la pintura.
Dicho centro de enseñanza fundamenta sus postulados plásticos, básicamente, en aquellos que el Maestro Torres García impusiera en nuestro medio, en relación a la interpretación naturalista de la pintura y también a los criterios con los que se desarrolló la teoría geométrica y constructiva de la pintura. Siendo esos los cimientos teóricos del taller, su inclinación docente es la de ofrecer a quienes se acerquen a él, el aprendizaje de un oficio, en el entendido de que la libertad de expresión será oportuna mediante la posesión del mismo, de manera que se instrumente y apuntale lo visualmente personal. O sea que, partiendo de algunos principios y normas que no se tratan de imponer como verdad absoluta a los alumnos, el aprendizaje está dirigido a la obtención de un oficio, como medio y al servicio de rasgos individuales, si éstos tienen peso y validez como para constituir un aporte.
Un desarrollo armónico del conocimiento
El manejo del dibujo y de los elementos abstractos, aun dentro de la interpretación naturalista, se imponen en la didáctica y el acto creativo sometidos en el contexto de un desarrollo armónico del conocimiento interpretado a través de la razón y el espíritu. Pero, fundamentalmente, se encontrara en este Taller la creencia de que el arte, como expresión total del hombre, será producto de la reflexión y del trabajo cotidiano y silencioso.
El Taller ampara un grupo humano heterogéneo en cuanto a su disposición hacia la pintura; desparejo, también como en cualquier otra actividad, en cuanto a las condiciones personales; ecléctico, además, en cuanto a los orígenes de sus alumnos. No obstante, se encuentra en la exposición aun ámbito común, que es el que ofrece el trabajo orientado por principios generales, antes referidos, en los que el Taller ha encontrado su permanencia y su existir.
Los trabajos presentados en la exposición que ayer se libró al público, responden a lo anteriormente señalado, y obviamente, la muestra no pretende más que mostrar el trabajo del Taller en distintos niveles de la formación de estos alumnos. Por lo tanto no tiene límites concretos en cuanto a su homogeneidad. Es, sí, de seguro interés para todos aquellos que la visiten.